Daniel González Noriega, único empadronado en este pueblo deshabitado desde 1968 por el pantano del Porma, compró las instalaciones de Valles del Esla y trabaja en un proyecto para reflotar el pueblo uniendo ganadería y turismo rural
Daniel González Noriega, único empadronado en este pueblo deshabitado desde 1968 por el pantano del Porma, compró las instalaciones de Valles del Esla y trabaja en un proyecto para reflotar el pueblo uniendo ganadería y turismo rural